Leer libro Título: LA DISPUTA DEL NUEVO MUNDO. HISTORIA DE UNA POLÉMICA (1750-1900)
Autor: GERBI, ANTONELLO
Año: 1955
Género: HISTORIA Y MITOLOGÍA
Formato: PDF

El mérito más importante de este libro de Antonello Gerbi radica precisamente en que pone en evidencia cómo los americanos fueron cobrando conciencia de que América es una entidad distinta de Europa, al reaccionar contra la calumnia que contra los hombres y la naturaleza de ese Continente formularon algunos de los más eminentes pensadores europeos de los siglos XVIII y XIX. Pues, efectivamente, esta obra narra la polémica entre los denigradores y los defensores de América, ya sean estos últimos originarios de este Continente o europeos que comprendieron, las más de las veces, los prejuicios de fondo que se encontraban en el pensamiento de los antiamericanos. El mismo Gerbi reconoce que la polémica no sólo se desarrolló en esos siglos, sino que surgió con América misma. Ya las polémicas entre el Padre Sepúlveda y el Padre Las Casas mostraron hasta qué punto el europeo era capaz de violentar una realidad patente, como era la plena humanidad del indio americano, para encuadrarla en su particular cosmovisión. Este mismo resorte funciona en las disputas narradas por Gerbi, sólo que con otros presupuestos teóricos. El libro se inicia con la tesis del naturalista francés Buffon y sus observaciones sobre la naturaleza americana, y continúa con las tesis que desarrollaron ese inicial punto de vista, principalmente de De Pauw, Reynal, Hegel y muchos otros cuyas opiniones integraron una verdadera calumnia de América. Por el otro lado, a ellos se enfrentan Pernety, el Padre Clavigero, el Padre Molina, Jefferson, Goethe y Humboldt, rodeados todos ellos de una multitud de pensadores menores que convierten esta disputa de América en un evento verdaderamente gigantesco. Buffon, tratando de establecer un concepto general de la naturaleza de la tierra, observó que los animales de América eran diversos de los del Viejo Mundo, y de esta diversidad dedujo una inferioridad de la naturaleza americana. Así, por ejemplo, el león americano es mucho más pequeño, más débil y más cobarde que el verdadero león. Otro tanto ocurre con los otros animales, el camello americano, la llama, más endeble y pequeña que el camello del viejo mundo, el tapir, más que el elefante, etcétera, y así va imponiendo una conclusión: la naturaleza viva es aquí [en América] mucho menos activa, mucho menos variada, y hasta podemos decir que mucho menos fuerte. Pero esta conclusión sobre la naturaleza americana se hizo extensiva al primitivo habitante humano de ese menoscabado Continente, y el hombre americano participó de esa impotencia de la naturaleza. En ese Nuevo Mundo, dice Buffon, hay obstáculos que impiden el desarrollo y quizá la formación de los grandes gérmenes: aun aquellos que por las influencias benignas de otro clima han recibido su forma plena y su extensión íntegra, se encogen, se empequeñecen bajo aquel cielo avaro y en aquella tierra vacía donde el hombre, en número escaso vivía esparcido, errante, donde en lugar de usar este territorio como dueño, tomándolo como dominio propio, no tenía sobre él ningún imperio, donde, no habiendo sometido nunca asimismo ni los animales ni los elementos, sin haber domado los mares ni dirigido los ríos, ni trabajado la tierra, no era él mismo sino un animal de primera categoría, y no existía para la naturaleza sino como un ser sin consecuencias, especie de autómata impotente incapaz de reformarla o de secundarla. La naturaleza lo había tratado más como madrastra que como madre. Ya en esta tesis de Buffon se pueden notar los presupuestos que determinaron la calumnia de América. El europeo, donde advierte alguna diversidad, alguna característica que aparece en otros mundos que no son el suyo, inmediatamente la convierte en rasgo de inferioridad. Las circunstancias ajenas siempre las verá en función de las propias, así, en vez de ver en la llama un animal distinto, no existente en el Viejo Mundo, la convierte en un camello disminuido. Y lo mismo ocurre con el resto de los seres vivientes.


Leer libro
BPC