Leer libro Título: LOS CUATRO ACUERDOS: UN LIBRO DE SABIDURÍA TOLTECA
Autor: RUIZ MACÍAS, MIGUEL ÁNGEL
Año: 1998
Género: AUTOAYUDA
Formato: PDF

Sinopsis del libro «Los Cuatro Acuerdos»
Por: Miguel Arguedas. 21 de agosto, 2012

Desde mi perspectiva, lo que más me impactó de este libro es la claridad con que el autor expresa la visión de la realidad social ante la domesticación del ser humano desde el momento en que nace. Para realmente tener un entendimiento claro del objetivo del libro, es necesario leerlo. Por cierto que es una obra totalmente recomendada.

El autor ha dedicado su vida a compartir por todo el mundo las enseñanzas de la antigua y milenaria sabiduría tolteca (comunidad del sur de México) las cuales guían al individuo hacia la libertad personal.

Este es el resumen de este maravilloso legado que nos ofrece en su libro «Los Cuatro Acuerdos»:

En esencia, vivimos en un gran sueño, un sueño de sociedad, de comunidad, de planeta. Nuestros padres nos enseñan los métodos, las reglas de nuestra vida, como encajar en ella, de la misma forma que a ellos se lo enseñaron sus padres, y así hasta el origen. Asumimos las enseñanzas sin casi cuestión. Éste es el sueño, vivimos aquello que generalmente no escogimos, pero lo vivimos como si de realidad se tratara.

Asumimos hasta tal punto, que en aquellos momentos que traspasamos el plano de la duda, de la cuestión, nuestro Juez (educado según el sueño) cae sobre la Víctima. Nosotros mismos llegamos al punto de auto-controlamos, nos auto-reprimimos para continuar dentro del camino.

Se establecen así acuerdos en uno mismo, acuerdos que no se cuestionan, simplemente se siguen, porque son el mecanismo por los cuales todos estamos sumergidos en el sueño.

Hay que romper ciertos de éstos dogmas para poder salirse, ser realmente uno mismo y vivir plenamente.

Primer acuerdo: Ser impecable con las palabras. Las palabras son armas de doble filo, hay que saber usarlas con razón. Depende cómo, algo dicho puede girarse hacia uno mismo, por eso, la cuestión es no caer en este error, no permitir que nuestras palabras den razones de actuar el Juez. Pero aún no se giren en contra, pueden actuar como armas hacia terceros, con lo que también es un error. Una vez asumido eso, podemos darnos cuenta que estamos libres del poder de las palabras de otras personas hacia nosotros. No daremos oportunidad al Juez, porque sabremos que las palabras son sólo palabras.

Segundo acuerdo: No tomarse nada personalmente. No seamos egoístas, el mundo no gira a nuestro alrededor, tomarse las cosas a nivel personal, es pensar que somos el centro. Nada de lo que hacen los demás es por ti, lo hacen por ellos. Tomarse las cosa personalmente es cuestionar-se a uno mismo, pero no deberíamos, debemos saber quienes somos y lo que el entorno parezca decirnos, nunca se fomentará en lo real de nosotros, porque sólo nosotros lo conocemos. Aun así, incluso uno mismo no se conoce perfectamente, por lo que tampoco debemos cogernos personalmente nada que surja de nuestro interior, no debemos dar alas a la Víctima, cuando el Juez actúa.

Tercer Acuerdo: No hacer suposiciones. Al hacer suposiciones, asumimos realidades no confirmadas y eso crea generalmente malestar, porque nuestra mente represora tiende a asumir, a suponer cosas negativas y eso nos causa dolor. Debemos aprender a preguntar, a expresar nuestras inquietudes y dudas, sólo así seremos (y haremos a los demás) plenamente partícipes de la realidad sin presunciones negativas.

Cuarto acuerdo: Hacer siempre el máximo que puedas. Si siempre haces el máximo, nunca podrás acusarte a ti mismo de no intentarlo. Y por mucho que otros te acusen, sabrás que lo has intentado y eso es lo único que cuenta.

Con esto, empezamos el camino hacia la libertad. Partiendo de 3 maestrías: De la conciencia, conociéndonos. De la transformación, como cambiarnos y huir del sueño y del Amor.

De alguna manera, es necesario reaprender todo lo que se ha aprendido en la vida. Éste es el principio de un nuevo entendimiento, de un nuevo sueño.

Comentario:

Los cuatro acuerdos es un ensayo basado en la sabiduría de los antiguos toltecas. Relata las creencias que debería tener un ser humano para estar en equilibrio personal, teatral, diferencial, emocional, mental y social.

Para lograrlo se debe, en primer lugar, entender que todos los humanos tienen un complejo sistema de creencias (cosmovisión) o paradigma, adquirido por influencia social, familiar, educacional, y que con frecuencia dichas creencias adquiridas los perturban mental y emocionalmente, creando infelicidad; en segundo lugar, aprender que se puede modificar el sistema de creencias para conseguir el anhelado equilibrio interior que lleva a la felicidad. Para lograrlo, se pueden poner en práctica los cuatro acuerdos.

1. Honra tus palabras. Lo que sale de tu boca, es lo que tú eres. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces. Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.

2. No te tomes nada como algo personal. Ni la peor ofensa. Ni el peor desaire. Ni la más grave herida debes tomar como algo personal. Quien te ofende tiene un veneno que descargar contra ti, por no saber como deshacerse de él. En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de él y no tuyo.

3. No supongas. No des nada por supuesto. Si tienes alguna duda, aclárala. Si sospechas, pregunta. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que no tienen fundamento.

4. Haz siempre todo lo mejor que puedas. Si siempre haces lo mejor que puedes, nunca podrás recriminarte de nada.

Este libro «Los Cuatro Acuerdos» es, sin duda, una joya. «El Quinto Acuerdo», de este autor, también es una exquisités.

El autor está claramente influenciado por los libros de Carlos Castaneda.


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