Título: LA ESTRATEGIA IMPERIALISTA PARA AMÉRICA LATINA
Autor: RAMÍREZ SANTIESTEBAN, ÉDGAR
Año: 2015
Género: POLÍTICA MUNDIAL
Formato: PDF
América Latina ha vivido en permanente acecho por parte del imperialismo norteamericano, pero en los últimos años la conspiración ha alcanzado situaciones inéditas con el objetivo de desmoronar los procesos de integración y, específicamente, desestabilizar y derrotar a los gobiernos progresistas y de izquierda, caso Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Existe una luz roja pero de peligro que debe ser
parte del análisis y la acción política de los trabajadores y revolucionarios.
El imperialismo con este objetivo constituye “grupos de avanzada” o de “oposición” que involucra a las oligarquías y burguesías cipayas, políticos derechistas y fascistas, los poderosos medios de comunicación y agrupaciones disidentes con dudoso perfil ético y político, que utilizando diversos mecanismos ejecutan los planes estratégicos elaborados por los servicios de inteligencia del imperio y que son financiados por ciertas ONG’s.
“Guerra de baja intensidad”, “guerras indefinidas”, “guerras infinitas”, “golpes suaves”, son las diversas denominaciones que expresan la estrategia militar y política del imperialismo para mantener una política colonial en América Latina. La estrategia busca mantener a nuestro continente en situación de guerra para justificar la apropiación y saqueo de nuestros recursos naturales, convertir el continente en mercado de sus productos, desarrollar una variedad de negocios ilícitos para aumentar sus flujos financieros (drogas, armas,
alimentos, medicamentos, mercenarios, blanqueo de capitales, etc.). Mientras la diplomacia, les permite el control de gobiernos y políticos cipayos, a través de ellos, control de los territorios y de las poblaciones mediante bases militares o de los organismos financieros y diplomáticos que son instrumentos de sus intereses.
En Bolivia está demostrado que a los grupos políticos derechistas se suman activistas y pensadores que se autodenominan revolucionarios, que no dudan en tildar al gobierno de proburgués, antiobrero, procapitalista y de ejecutar una política económica extractivista, pero en sus análisis políticos de la coyuntura prescinden de la dimensión internacional y no mencionan para nada los planes intervencionistas del imperialismo para acabar con el Proceso de Cambio. Así como en el pasado, manifestaron su profundo rechazo al gobierno patriótico de Juan José Torres y al gobierno popular de Hernán Siles Zuazo, actualmente se suman al coro de aullidos de la derecha para desestabilizar al gobierno patriótico de Evo Morales Ayma. Esto no es nuevo, lamentablemente los desenlaces en ambos episodios históricos son trágicos para el pueblo boliviano, porque estas posiciones izquierdizantes no labran un proyecto revolucionario alternativo, sino que alimentan la posición política de las fuerzas reaccionarias y retrógradas.