Título: SAN CARLOS DE VALLECILLO. REAL DE MINAS. 1766-1821
Autor: TREVIÑO VILLARREAL, MARIO
Año: 1987
Género: HISTORIA Y MITOLOGÍA
Formato: PDF
La incansable búsqueda de metales preciosos, desde los primeros años de la conquista, fue parte medular de la política económica de la corona española. El fomento a la exploración y a la explotación minera dio pie a la fundación de muchos pueblos a los que se les llamó Reales, los que configuraron verdaderos polos de desarrollo dinamizando la economía del Reino.
Algunas vetas se fueron agotando pronto y la exigencia de impuestos día a día aumentaba; por lo cual los yacimientos de antaño fueron insuficientes, motivando el patrocinio de nuevas exploraciones con la idea de mantener o aumentar los niveles de explotación anteriores. Así, las tierras del norte de la Nueva España infestadas de indios “bárbaros”, fueron objeto de un reconocimiento más exhaustivo, ofreciendo una alternativa potencial para menguar la problemática económica de España que ante lo urgente de la situación, dio todo tipo de facilidades, legislando favorablemente y creando una política hacendaria blanda, que permitiese que la minería fuese un rubro atractivo para los emprendedores y procurando crear un aparato militar eficiente para salvaguardar los intereses coloniales en las distintas regiones, conformando un clima de seguridad que propiciara el buen desarrollo de los fundos para su óptima explotación.
Desafiando todo tipo de adversidades, la búsqueda continuaba sin importar ataques de indios, hostilidad del clima y privaciones en general, incursionando en busca de nombre y fortuna. La fundación de varios pueblos en el Nuevo Reino de León tuvo su origen en la existencia de vetas metalíferas, sobre todo de plata, dando lugar a su colonización.
Así, entre otras, se descubrieron las minas de San Antonio de la Iguana -a 40 kilómetros al sureste de Lampazos- importantes por su gran producción de plata que, aunque duró poco tiempo, produjo muchos millones de pesos y atrajo gente de todas partes.
Su hallazgo dio lugar al descubrimiento de las minas de Vallecillo, formándose así un fundo minero; pronto llegaron aventureros de todas las provincias.
San Carlos de Vallecillo, como Real de minas, fue un polo de desarrollo colonial, un punto estratégico para la defensa de los intereses del Reino, importante en el tráfico de tabaco y enlace e indicador en las relaciones fronterizas. El mineral del Vallecillo jugó un papel trascendente durante la guerra de Independencia: Con los primeros levantamientos de los indígenas Ayaguas y Garzas en contra del sometimiento y explotación colonial, desestabilizando la estructura que por siglos se había mantenido inmutable, el Real mostró su fidelidad como plaza realista en la defensa ante el ataque del insurgente Herrera y demás escaramuzas militares de la región. Contrastando en ese lugar, por un lado, los insurgentes con los indomables Ayaguas y, por el otro, los realistas, cumpliendo al pie de la letra las órdenes de la Capitanía General de Provincias Internas de Oriente fiel al Virrey y a la Corona de España, para mantener el orden en base al destacamento militar permanente.
El presente trabajo tiene el propósito de difundir algunos aspectos de este período histórico, para comprender, analizar y valorar situaciones y hechos que, en forma específica, representan la historia de un pueblo.