Leer libro Título: YO SOY FIDEL. PENSAMIENTO Y LEGADO DE UNA INMENSIDAD HISTÓRICA
Autor: SAXE-FERNÁNDEZ, JOHN
Año: 2018
Género: BIOGRAFÍAS Y MEMORIAS
Formato: PDF

Revelando la completa falsedad de lo que afirmaran torvos enemigos de nuestra Revolución, según los cuales Fidel auspiciaba el culto a su persona, si el gobierno encabezado por él había prohibido desde el propio 1959 que se diera a nada en Cuba el nombre de figuras políticas vivas, muchos años después añadió que no quería que tras su muerte se le dedicaran estatuas o llevaran su nombre plazas o calles. Sus cenizas, a las que acompañó a lo largo de la Isla un inmenso número de sus adoloridos compatriotas (como en su discurso del 08 de enero de 1959, día en que Fidel entró en La Habana procedente de la Sierra Maestra, él había previsto que ocurriría), yacen en una escueta piedra ubicada en el cementerio de Santa Ifigenia, en la valiente ciudad de Santiago de Cuba, donde se conservan los restos de incontables héroes y heroínas del país.

Lo que, por supuesto, nadie podría impedir es que el riquísimo pensamiento y el inmenso legado de Fidel se mantuvieran vivos, llameantes, como fueron los casos de Simón Bolívar y José Martí.

Varios textos aquí reunidos abordan las relaciones con Fidel de cuatro grandes dirigentes revolucionarios de nuestra América: Ernesto Che Guevara, Salvador Allende, Omar Torrijos y Hugo Chávez.

Fidel es de tal manera grande que si se preocupó vivamente por su patria inmediata –y por los que Fanon consideró los condenados de la Tierra–, se preocupó también por el destino de toda la humanidad en nuestro asendereado planeta, que el monstruoso capitalismo real, que ya cuenta con su Calígula atómico, está haciendo inhabitable no solo para las cuantiosas especies animales que ha extinguido o se encuentran en vías de extinción, sino para los propios seres humanos.

Doy por sentado que Fidel conoció bien las terribles palabras de Rosa Luxemburgo según las cuales el capitalismo, de no ser sucedido por el socialismo, lo sería por la barbarie. Para el historiador inglés Eric Hobsbawn la barbarie empezó a regresar en 1914, con el primer capítulo de la Gran Guerra, que no es seguro que haya terminado. Lo que el propio Hobsbawn llamó “el corto siglo XX” concluyó, de acuerdo con él, en 1991, fecha de la implosión de la Unión Soviética.

Solo criaturas extraordinarias como Fidel, cuyo legado afortunadamente está muy vivo, son capaces de encontrar salida al triunfo definitivo de la barbarie, a la angustiosa realidad histórica que por desgracia es nuestro aire cotidiano.

Roberto Fernández Retamar


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