Título: MANUAL DE VIDA
Autor: EPICTETO
Año: 135
Género: AUTOAYUDA
Formato: EPUB
Conocer lo que puedes controlar y lo que no, intentar llevar una vida plena. Definir la persona que queremos ser. Cualquiera que se acerque a los textos recogidos en esta obra descubrirá que la contemplación del mundo implica un conocimiento activo los ejemplos de Epicteto están extraídos de la vida cotidiana, que contemplar es, en un sentido muy literal, ver, y ya se sabe que no hay peor ciego que... El ejercicio contemplativo lleva al conocimiento y éste a la serenidad de espíritu y, en última instancia, a la felicidad. Ésta, como la libertad, radica en el reconocimiento de las propias limitaciones, en la asunción voluntaria y consciente del destino. Porque lo que está en juego en esta vida no es el poder, sino es el conocimiento y la sabiduría que conduce a la autonomía individual. A ser uno mismo. Un auténtico Manual de vida, un conmovedor llamamiento a la sensatez y a la supervivencia. ¿Qué puede decirnos Epicteto hoy? Nosotros nos vemos sometidos al estrés de la vida laboral ("¿Ascenderé?", "¿Me quitarán del proyecto?", "¿Obtendré la beca?"), a las prisas cotidianas ("¡Yo no puedo pasar la tarde jugando con los niños!", "Llevo todo el día con problemas y al llegar a casa ¿vienes tú a...?"), a las presiones sociales del "Si no tienes eso, no eres nadie" (el coche, las vacaciones, la ropa de moda, las amistades adecuadas...), igual que los romanos se veían presionados por los juegos de las relaciones personales tan presentes en la vida política del Imperio. ¿Significa eso que no nos diferenciamos de los antiguos? La verdad es que en muy poco y sólo en lo accidental. Por entonces, el refugio se buscaba en la filosofía; hoy se busca en los libros de autoayuda. Y lo que resulta más curioso es observar que los manuales de autoayuda recogen repetidamente las mismas reflexiones que leemos en Epicteto, aunque, la verdad, menos ordenadas. Ese tipo de obras suelen ser de marcado carácter utilitarista-hedonista (con esto no pretendo juzgarlas, sino describirlas) y no tienen ninguna pretensión de investigar o alcanzar una fundamentación lógica que sustente sus asertos. Pero en ellas, aun con su carácter práctico, tan distinto del planteamiento global de la filosofía estoica, reaparecen una y otra vez las ideas del viejo maestro. Por eso lo contamos entre los clásicos: porque sus palabras siguen hablándonos a través de los siglos. -Paloma Ortiz.